viernes, 4 de enero de 2013

¿Y el cocido? ... Lebaniego


Hay cosas que hay que hacer por lo menos una vez en la vida. Esta, para mí, es de obligado cumplimiento, y pueden estar seguros de que he reincidido al extremo de considerar que una de las maneras que elegiría para morir, sería, en la terraza del Oso, después de haberme comido un cocido lebaniego.

Bien, creo que lo he dicho todo en pocas palabras, pero voy a explicarme un poco mejor. Dice la Wikipedia  que es un guiso de interior, cuyos componentes esenciales son los pequeños garbanzos de Potes, las patatas y la berza (hoy en día el repollo por falta de berza) a los que se añade el compango procedente del matacíu (es decir, la matanza) del chon (chorizo, morcilla, tocino, hueso de jamón), además de carne de ternera (cecina, hueso de rodilla y zancarrón) y relleno, que es una masa hecha de miga de pan, huevo, chorizo y perejil.

Pues dicho así, ya suena importante, pero claro, toda la zona de Liébana, que es de donde es típico, es amplia, con lo que bueno es buscar cual es el que nos agrada más, y claro, tomas uno, tomas otro, te sube el colesterol, pero…llegas al cocido perfecto (en este recorrido, habrás disfrutado de otras cien recetas estupendas, porque la zona da para eso y para más).
A este cocido, que cada vez que te lo comes te sabe a gloria y cada vez que lo recuerdas a kilómetros de distancia, la boca te hace jugos.

El  Restaurante del hotel El Oso, de Cosgaya, ofrece una carta estupenda y amplia, con una calidad en productos, absolutamente magnífica y con unas preparaciones que rozan la perfección absoluta. Si a esto le añades que el comedor es acogedor, el personal que te atiende, amabilísimo, el precio francamente asequible  y el entorno incomparable, no queda más que calificar de excelencia absoluta la estancia en El Oso. Pero aún queda algo que no tiene calificación con palabras. Hay un jardín, precioso, y un pequeño porche…el sofacito del porche, debe ser el infierno donde me condenaré por disfrutar desmedidamente de él, después de un buen cocido, junto con un buen orujo y en compañía de amigos muy queridos.

Os dejo la receta del cocido como un guiño cariñoso para los que disfrutéis de la gastronomía sencilla y sobre todo, para los que alguna vez viniendo de lejos, se dejaron sorprender por esa costumbre mía de demostrar que muchas veces las cosas, no son lo que parecen.

La ruta del Cares, mejor hacerla antes de comer y subir a Picos, casi también….


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