Hay cosas que hay que hacer por
lo menos una vez en la vida. Esta, para mí, es de obligado cumplimiento, y
pueden estar seguros de que he reincidido al extremo de considerar que una de
las maneras que elegiría para morir, sería, en la terraza del Oso, después de
haberme comido un cocido lebaniego.
Bien, creo que lo he dicho todo
en pocas palabras, pero voy a explicarme un poco mejor. Dice la Wikipedia que es un guiso de interior, cuyos componentes
esenciales son los pequeños garbanzos de Potes, las patatas y la berza (hoy en
día el repollo por falta de berza) a los que se añade el compango procedente
del matacíu (es decir, la matanza) del
chon (chorizo, morcilla, tocino, hueso de jamón), además de carne de
ternera (cecina, hueso de rodilla y zancarrón) y relleno, que es una masa hecha
de miga de pan, huevo, chorizo y perejil.
Pues dicho así, ya suena
importante, pero claro, toda la zona de Liébana, que es de donde es típico, es
amplia, con lo que bueno es buscar cual es el que nos agrada más, y claro,
tomas uno, tomas otro, te sube el colesterol, pero…llegas al cocido perfecto (en este
recorrido, habrás disfrutado de otras cien recetas estupendas, porque la zona da
para eso y para más).
A este cocido, que cada vez que te lo comes te sabe a
gloria y cada vez que lo recuerdas a kilómetros de distancia, la boca te hace
jugos.
El Restaurante del hotel El Oso, de Cosgaya,
ofrece una carta estupenda y amplia, con una calidad en productos,
absolutamente magnífica y con unas preparaciones que rozan la perfección
absoluta. Si a esto le añades que el comedor es acogedor, el personal que te
atiende, amabilísimo, el precio francamente asequible y el entorno incomparable, no queda más que
calificar de excelencia absoluta la estancia en El Oso. Pero aún queda algo que
no tiene calificación con palabras. Hay un jardín, precioso, y un pequeño
porche…el sofacito del porche, debe ser el infierno donde me condenaré por
disfrutar desmedidamente de él, después de un buen cocido, junto con un buen
orujo y en compañía de amigos muy queridos.
Os dejo la receta del cocido como
un guiño cariñoso para los que disfrutéis de la gastronomía sencilla y sobre
todo, para los que alguna vez viniendo de lejos, se dejaron sorprender por esa
costumbre mía de demostrar que muchas veces las cosas, no son lo que parecen.
La ruta del Cares, mejor hacerla
antes de comer y subir a Picos, casi también….
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